Encontrar un donante representa una probabilidad de 1 entre 22 millones. Un viaje a la playa y el instinto de su perra Doberman llamada Indie lo hicieron posible.
subido por Equipo WikiMujeres
Lucy venía sufriendo de insuficiencia renal después de que le diagnosticaran lupus hace 15 años.
En 2019, recibió una triste noticia: de no someterse a un trasplante de riñón, solo le quedarían cinco años de vida. Esto dio un giro inesperado en su vida y la de su pareja.
Antes de recibir la noticia, Lucy y Cenydd, su pareja, habían comprado una caravana para disfrutar paseos los fines de semana, pero sus planes tuvieron que ponerse en pausa debido a la salud de Lucy.
La pareja había planeado un descanso de dos días en un sitio que quedaba a dos horas y media de donde viven, pero como Lucy no podía viajar tan lejos, decidieron visitar una playa cercana en Cold Knap, a solo 30 minutos de su casa, donde irían con sus dos perros raza Doberman llamados Indie y Dave.
Lucy con su pareja, Cenydd Owen. (FOTO: Facebook/Lucy Humphrey)
Al llegar a la playa estacionan su caravana y montan todo para hacer un asado, pero su perra Indie tenía otros planes. Emocionada, esta Doberman salió corriendo hacia una mujer extraña que se encontraba a 100 metros de distancia, de quien no se apartó a pesar de que Lucy y su pareja la llamaban.
Katie James (40), la mujer a la que Indie no se le despegaba, estaba sentada sola, tejiendo una manta.
«Seguimos llamando a Indie, porque obviamente un perro Doberman grande puede ser un poco intimidante» – explicó Lucy. Indie, aun así, continuaba junto a Kate.
«Al final fuimos a disculparnos con ella», cuenta Lucy.
La conversación entre ellos surgió cuando se acercan a la mujer, que estaba sola, y la invitan a unirse al asado en la playa que estaban preparando. La mujer trajo su bebida y le ofreció un trago a Lucy, quien rechazó la bebida afirmando que estaba en diálisis.
Increíblemente esta mujer, llamada Kate James, les cuenta que antes de la pandemia se había inscrito como donante de riñón. Durante esta conversación deciden intercambiar números de teléfono y contactar a un coordinador de donantes. Katie se hizo todas las pruebas y resultó que era una donante perfecta para Lucy.
Lucy Humphrey, de 44 años, sufría tanto de lupus como de insuficiencia renal y le habían dado cinco años de vida cuando llevó a sus perros a dar un paseo por una playa local en Barry. (FOTO: LBC-Facebook: Lucy Humphreys)
Katie, al conocer los resultados, se ofreció como voluntaria para ser donante de Lucy. El trasplante se llevó a cabo con éxito en octubre del año pasado en el Hospital Universitario de Gales en Cardiff.
“Me siento muy afortunada de haber conocido a Lucy. Sé que funcionó, y sé que ella está viviendo su vida. Para mí, no ha habido ningún aspecto negativo en absoluto. Es lo mejor que he hecho en mi vida, estoy orgullosa de mi misma y mi familia también lo está”, dijo Katie.
Lucy todavía está sorprendida de que su Doberman haya logrado olfatear a un donante de riñón perfecto para ella, especialmente después de que un cirujano le explicara que sólo existía 1 posibilidad entre 22 millones de encontrar la compatibilidad perfecta.
“Realmente necesitaba este trasplante; llevaba varios años en lista de espera. Me ha cambiado la vida por completo».
La historia de como un viaje a la playa y su perra Indie, le salvaron la vida. Una mujer que ahora podrá cumplir su sueño de viajar por caravana junto a su pareja y sus hijos de cuatro patas.
Indie (FOTO: Instagram: Lucy Humphreys)